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Pintar paredes interiores

Contratar a alguien para que le haga un trabajo puede resultar muy caro. Siempre que tenga instrucciones claras, hay muchos trabajos que puede hacer por su cuenta. Con las prácticas instrucciones paso a paso que encontrará en la página web de SKIL ahorrará tiempo y dinero. Estas instrucciones paso a paso se dividen en categorías relativas a los diferentes tipos de trabajo dentro y fuera de casa. En ellas se explica cada trabajo de manera clara y detallada.¡Haga clic en uno de nuestros trucos de bricolaje o instrucciones paso a paso y póngase manos a la obra!

  1. Elegir el color

    Elegir colores que combinen es todo un arte, pero puede tomar como referencia la siguiente regla: una vez elegido un color, pida que se lo mezclen en un tono a mitad de intensidad o en una versión más clara. Si elige el color usted, muchas veces le acabará resultando más claro o más oscuro de lo que esperaba.

  2. Color del techo

    La mayoría de la gente opta por tonos grises o marrones en vez de colores primarios puros. ¡El techo no tiene por qué ser siempre blanco! Si ha elegido para las paredes un color que no sea demasiado oscuro, podrá utilizarlo también para el techo. Si elige un color diferente, que cree un contraste, esto sin duda influirá en la sensación que transmita la estancia. Lógicamente, también la iluminación influirá en el aspecto. La iluminación indirecta dirigida al techo reflejará el color del techo hacia abajo.

  3. Probar primero

    Antes de empezar, puede recortar algunas fotos o escenas de revistas y pegarlas en un trozo de cartón. Esto le ayudará a elegir el aspecto general que desea crear. Si no lo tiene claro, merece la pena comprar diferentes pinturas en pequeñas cantidades y aplicarlas sobre un trozo de cartulina o cartón para compararlas. Hay tiendas de pintura que venden “paneles de inspiración” especiales (también conocidos con el término inglés mood boards) en diferentes colores y tonos. Otra opción es pintar una placa de pladur de 244 x 60 cm con el color deseado. Si la coloca en el exterior, a la luz del sol, podrá ver el aspecto real del color. Luego véala en interior, con luz artificial, y compare.

  4. Preparación para pintar una habitación

    Vacíe la habitación, cubra los muebles pesados y otros objetos que sean difíciles de mover con láminas de plástico y reúna todas las herramientas y materiales de pintura que necesite (por ejemplo, rodillos y almohadillas para pintar). En caso necesario, raspe las superficies para eliminar la pintura suelta que pueda quedar. Con un trapo, limpie el polvo y la suciedad de los rodapiés, ventanas y puertas.

  5. Reparaciones

    Quite todos los clavos y tornillos de la pared y rellene los agujeros, grietas y otras irregularidades. Siga las instrucciones de secado que se indiquen en la lata de pintura. A continuación, lije las áreas que haya rellenado para que no se vean las reparaciones y las superficies queden lisas. Ponga cinta de carrocero donde sea necesario (sobre todo en los lugares de más difícil acceso).

  6. Técnicas de pintura

    Asegúrese siempre de dejar un borde húmedo y pinte siempre de seco a húmedo y de arriba abajo. La brocha o rodillo dejará menos marcas en la superficie pintada y las transiciones resultarán menos visibles. No pinte secciones demasiado largas. Asegúrese de utilizar suficiente pintura para conseguir un resultado liso y uniforme. Si no utiliza suficiente pintura, el color aparecerá como parcheado.

  7. Atención al detalle

    Asegúrese de remover bien la pintura antes de empezar. Si va a pintar detalles pequeños, eche un poquito de pintura en un recipiente de menor tamaño. Utilice una brocha fina para los bordes y las esquinas. Así le resultará más fácil pintar los detalles y las pequeñas líneas. Luego pinte las paredes con un rodillo. Si ha puesto cinta de carrocero en los rodapiés y marcos de las ventanas, lo mejor es pintar primero las áreas de gran tamaño con un rodillo y luego pintar los bordes y demás “obstáculos”.

  8. Aligerar la carga de la brocha

    Antes de empezar, humedezca la brocha. De no hacerlo, la pintura tenderá a subir por el pelo. Sumerja la brocha aproximadamente 1 cm. Luego pase un lado de la brocha por el borde del bote de pintura para aligerar la carga. Así conseguirá que la pintura no gotee. También evitará aplicar demasiada pintura y la brocha se mantendrá limpia más tiempo.

  9. Trabajar de seco a húmedo

    Aplique la pintura a trazos largos e ininterrumpidos. Uno de los errores más habituales es aplicar la pintura en trazos cortos. Si va a utilizar un rodillo, procure hacer secciones de unos 2 metros cada vez. Pinte del techo a mitad de la pared, y de ahí al suelo.
    Luego pase al siguiente tramo vertical (a la izquierda o a la derecha del anterior). En las áreas menos amplias o cerca de las puertas o marcos de ventanas, utilice un rodillo más estrecho. Tenga en cuenta que siempre debe haber un borde húmedo y que debe trabajar siempre de las áreas secas a las húmedas.

  10. Distribuir la pintura con la brocha

    Al utilizar una brocha, lo mejor es distribuir primero la pintura a derecha e izquierda o arriba y abajo, según prefiera. Haga trazos largos desde el lado seco y luego complete el tramo de pintura al lado húmedo. Deje secar y luego haga la segunda capa. Así conseguirá un resultado mejor y más uniforme. Si va a utilizar un color oscuro, es posible que tenga que aplicar hasta tres capas. Antes de aplicar la segunda capa, deje que la primera se seque por completo. Consulte los tiempos de secado en la etiqueta del contenedor de pintura.

  11. Limpiar las brochas y el rodillo

    Si se ha derramado pintura pero todavía no se ha secado, retírela inmediatamente con un paño humedecido. Si ya está seca, no será tan fácil limpiarla. Durante los periodos de descanso o espera, asegúrese de que las brochas y rodillos se mantienen húmedos. Para ello, puede meterlos en una bolsa de plástico o cubrirlos cuidadosamente con una película de plástico. Una vez que haya envuelto las brochas o los rodillos, métalos en la nevera. Puede que suene extraño, pero créanos: ¡funciona! El frío ralentiza el secado de la pintura. Luego bastará con sacar las brochas y rodillos de la nevera 30 minutos de ponerse a trabajar. ¡Seguirán flexibles y listos para usar! Si utiliza pintura acrílica, limpie la brocha con agua y un poco de detergente. Enjuague hasta que deje de salir pintura de la brocha. Alise las cerdas de manera que vuelvan a su forma original y deje secar la brocha (ver también las instrucciones paso a paso sobre limpieza).

  12. Quitar el exceso de pintura

    Si está pintando superficies grandes, puede utilizar una rejilla especial para aligerar el exceso de pintura de la brocha. Si utiliza latas más pequeñas, vierta los contenidos en una cubeta de 5 litros. Las rejillas son pantallas rectangulares de metal o plástico que se enganchan al borde de la cubeta. Rellene la mitad de la cubeta con pintura y enganche la rejilla. Moje el rodillo en la pintura y páselo por la rejilla para soltar el exceso. Una vez que haya terminado, deje la rejilla en la cubeta y póngale la tapa encima.

  13. Pintar

    Coja el rodillo y el mango extensor y vierta la pintura acrílica en una bandeja o cubeta con rejilla. Decida qué pared quiere hacer primero y píntela a trazos verticales, de manera suave y uniforme. Mientras espera a que se seque la primera capa, envuelva la brocha o el rodillo en plástico. A continuación, aplique la segunda capa. Eche un poco de a pintura acrílica en un bote más pequeño y pinte los bordes y las esquinas de la habitación con una brocha pequeña. Una vez que haya terminado, limpie la brocha, el bote, la cubeta y el rodillo. Si ha utilizado cinta de carrocero, procure quitarla antes de que se seque la pintura.

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